Como saltar de tus lunares, eso sí es competición de riesgo como besarte lento y sin recuedo aguantando las miradas que juzgan nuestros besos. Y cayendo al vacío me construyo alas y vuelvo volando al precipicio para seguir luchando contra la marea y aspirar con placer cada bocanada de aire que a mis pulmones llega. Y nos encerraron, nos llamaron locos, maniáticos e invertidos. no soy hija de esclavos, soy hija de personas que fueron esclavizadas, tatúate esa diferencia tenla siempre presente y en cuenta. En el brazo tengo escrito: nunca dejes de luchar pues tu destino es un camino de muchos sentidos, así que ven, coge un bic, escribe tu tema, y no temas, que la sangre es tinta y si te rompes y sangras estarás dejando marcada tu historia en forma de batallas. Y ya lo dijo Darwing, no sobrevive el fuerte, el listo, o el que fluye entre billetes y castillos, sobrevive el que se adapta, y cambia de piel siendo siempre él mismo. La premisa es muy sencilla, aprender de cada herida, y hacer tuyas las espinas, evolucionar con cada golpe, y aceptar los moratones, no cambiar por complacer sino por sobrevivir en un futuro incierto. Y es curioso, no? como condenamos los pretéritos viviendo en un presente pletórico, eso no es vivir, es malvivir un poco. Lo que hoy te da la vida mañana te asfixiará y te matará, pero tú sigue malgastando agua y tirando plásticos en el mar. Enciendo la tele y no veo más que mentiras, importa poco que el mundo se caliente si hoy podemos robar un poco más a la gente. La moral está tan de moda en Instagram, llena de historias tan perfectas que parecen de verdad. Si tu endulzas tu imagen, que no te conoce nadie, imagínate un político que tras la sonrisa esconde una filosofía podrida. Y aquí intentamos sobrevivir, pero naufragamos en un mar con islas de papel. Nuestra inteligencia es un arma de doble filo, nos llevó hasta la luna, pero desde allí tendremos que caer.