¡Ah! ¡Durmiendo en el vacío! Sin sabanas es tenáz el silencioso frío.Tanto que me produce un hastío, las promesas se me enrredan solas todas a este lío. Casi que me olvido, por indiferencia fuí mordido y carcomido. El orgullo es el que la empatía me ha podrido. Aunque de fango e irrespeto, protegido. Presume y me moja una oscura arena, cual rocío en verde hoja, se desvela en estelas el desierto se viste completamente en penas. Baila con candelas, me envuelve con cadenas. Con los brazos abiertos, en las piedras de una cueva. Gotea el veneno de mi cabeza a las piernas. Volviendo prisionero, mientras abrazar su manto de la noche yo no puedo, con mi espectro espero, con mi espectro espero. Este purgatorio yo ya no lo quiero. Tal vez esto pueda cambiar, insisto en que puede dejar de estorbar. Aunque el sueño de Morfeo me va sofocar, no permitiré que me vaya a engañar, a engañar. Y como lobo solitario voy a quedar.