Aquí va la historia de un hombre loco, Se llamaba Raúl y era un fumador de coco. De la marihuana, su gran inspiración, Armaba porros, uno tras otro, sin limitación. Raúl, el maestro de los porros siderales, Fumaba tanto que sus ojos parecían estelares. Se perdía en el cosmos de su propia mente, Explorando galaxias con cada inhalación ferviente. Raúl, el fumeta de la hierba espacial, Armándose porros hasta el final. Arma uno, dos, tres y se va volando, Con su risa espacial, siempre improvisando Raúl, el fumador de anécdotas extravagantes, Se encontró a un gato que hablaba 7 idiomas elegantes. Le dijo: "Háblame en español, mi lindo gatito", El gato respondió: "Claro, Raúl, pero primero dame un poquito". Una vez, en su viaje, se encontró con una abeja, Creyendo que era su amiga, le dio un beso en la oreja. La abeja enfadada, le picó en el trasero, Raúl saltó y bailó, ¡fue un show verdadero! Una vez, en un asteroide muy tosco, Raúl se encontró con un marciano muy loco. Le ofreció un porro de otro planeta, Y el extraterrestre al fumarlo, se volvió poeta.