Comenzamos ahora el reparto No la reparta. Yo soy el único que nunca a dicho ni una palabra, y aún así ya les eh dicho tanto. Yo no me espanto, ya no me aguantan. Un par de letras que escribo si estoy aburrido y vuala. ¡Yo los encanto! Entre más canalizó mis temas más lejos la meta, ruega por dios que me encuentres afuera del monstruo que anida en el alma, soy un verdugo cargando la oz, una magia oscura que impacta en las masas, un habitad dócil nada social. Una ente frecuente que habita en mi mente y se apodera de mi voz. Donde quiera causa el colapso de sus diminutas ideas cuando arremeten contra el joven serio que miran en el exterior. Estadía de un servidor, jugando en la cancha ya no hay revancha, por este medio me presento. Revelo el lado más miserable del género regional. Data, donde redactan sucesos, los hechos. No hechos, también pruebas legibles que aplasta tu única evidencia circunstancial. Daré seguimiento de datos. Totalmente en su contra si le juegan a ser Dios, si salgo de nuevo me voy cargar a unos cuantos, ya no me aguanto. Soy tu error, soy un horror, soy el maldito avaro, lleno de avaricia cómo un litúrgico. Lógico, más ambicioso que los Médici aunque se le uniese Maquiavelo por tártaro, osadía del elexir de la vida y se les cierra el telón. Se acabo la obra, una reverencia y respeto para ustedes. Mi visión me permite ver más allá de la luz.