#JEFFDLC Estuve pensando constantemente. En las cosas que viví y en las cosas que fui tan trascedente. Es más me considero exigente. Si recuerdo mi niñez, a base de disciplina me forjé resiliente. Por ejemplo, cuando tenía cinco alguien cercano murió. Mi familia estaba preocupada creía que dios me salvó. Sin embargo, la evidencia más que un resultado arrojó. Mis huellas digitales estaban por todo el lugar, y mis familiares gritaron ¡no! Una sensación atormentaba mi cuerpo, creo que sentía algo inefable. Alguien intentaba sacarme información con una sonrisa amigable. Si intentará explicarlo dije, alguien interrumpió, sollozó, ¡culpable! Alguien dijo desde lejos, si ese niño sabe algo, que hable. Yo intentaba calmarlos al decirles que no era lo que parece. Me percaté que a lejos un hombre reía y ahora me estremece. Pues pude verle nuevamente como público, mientras dictaban los jueces. Una sentencia, que en pocas palabras no permitía que regrese. Mi lenguaje corporal expresaba lo ovbio y notorio. Un niño asustado, con los pantalones mojados debido a un interrogatorio. Pasé de ser un testigo a un culpable por abrir esos envoltorio. Y por hacer un favor, 13 años en un reformatorio. 5.000, eran los metros cuadrados En la que aproximadamente como 2000 eran los encerrados. Uno tenía que levantarse temprano, tener los zapatos lustrados Tender la cama, limpiar por sí mismo ,algo en lo que ya estaba acostumbrado. Si no acatabamos órdenes, empezaba la violencia. Lo hacían con mucho cuidado, para que no afectará nuestra apariencia. Recuerdo que una vez alguien se quejó, intentó hablar con la prensa. Al día siguiente, despertamos y nunca nadie más supo de su existencia. Aumentó nuestro entrenamiento físico sentíamos las dolencia. Sin acceso a medicamentos, y en alimentos no había diferencia. Alguien una vez se enfermó y durmió afuera usando como escusa la resistencia. Al día siguiente ya no respiraba, la esperanza estaba en nuestra adolescencia. La libertad lejana, una mirada tensa. En una ocasión me preguntaron, Jeffersson, ¿qué es en lo que tu piensas? Yo les dije sin preámbulos, creo que la inteligencia. Nos va ayudar en la vida, pero ahora lo que necesitamos es simplemente fuerza. Después de muchos años, me liberé de las cadenas de la maldad. Regresé a la casa todo emocionado, pensando en que felicidad. Al tocar la puerta muy fuerte, alguien salió y me dijo que casualidad. Tus padres me informaron que el día de ayer se fueron de la ciudad.