La vida me puso muchos retos, naces desnudo, pero me fui vistiendo, mis cicatrices el legado que dejo a mi paso, prefiero ser un jarrón roto en ese jardín que uno impoluto en la estantería de cualquier visir. Y he aprendido, más en la calle jugando entre el fango, que escribiendo "tengo que atender" doscientas mil veces en ese papel. La tinta que dejo a mi paso fluye entre mis venas lavando la herida dejando mi historia grabada para aquel que la quiera leer. No funcionó el sistema, me miran la cara y es de aprobar y luego suspendo cada dos por tres. No evoluciono a no ser que sea yo quien tome las riendas y trate de escalar solita la pared. Y cómo sé si estoy subiendo Si es que cada vez que me levanto y miro al cielo lo veo lejos. Pero mira esto es paso a paso y mira corazón cómo voy ascendiendo. Y cómo sé si estoy subiendo si es que cada vez que miro al frente lo veo todo tan lejos. Pero mira esto es paso a paso y mira corazón dónde quedó el suelo. Aprendí de la vida a enseñarme a mí misma, que los errores son oportunidades de volver al camino sabiendo cómo pisar bien. Aprendí a soltar pero no a dejar ir, que la soga en el cuello sólo aprieta si cierras el nudo y no dejas fluir. Aprendí que el amor no es complicado, lo difícil es querer amar sin miedo a caer. Aprendí a mirar el espejo y aceptar el reflejo en lugar de romper el cristal y odiar cada poro de piel. Me enseñé a perdonarme. Lo normal es fallar y caer, acepté mis caídas y me centré en aprender a levantarme intentando durar lo máximo posible de pie. Aprendí que hay muchos billetes pero quizás sólo un tren, que prefiero vivirlo todo a morir sin rasguños ni miel. Autodidacta quemando el presente, aprendo de todo leyendo miradas, abriendo los ojos entre calada y calada. Mañana no importa, y ayer lo perdimos, que contradicción que queramos vivir y nos importa todo menos lo que tenemos aquí. Respirar no es pretérito, ahora no es futuro, proyecta tus sueños, pero no vivas del cuento la lechera. Aprendí a vivir sin prisa, a vivir sin pausa, vivir los momentos sin atarme al tiempo. Aprovechar los abrazos, abrazar sin miedo, mi mente con alas vuela libre hacia el cielo. Mi niña se ha ido, para no hacernos daño, pero el amor sigue aquí, luchando sin tregua para volvernos a unir, tu boca y la mía sonriendo a centímetros, y ese te lo prometo, todo irá bien. Y cómo sé si estoy subiendo Si es que cada vez que me levanto y miro al cielo lo veo lejos. Pero mira esto es paso a paso y mira corazón cómo voy ascendiendo. Y cómo sé si estoy subiendo si es que cada vez que miro al frente lo veo todo tan lejos. Pero mira esto es paso a paso y mira corazón dónde quedó el suelo.