Yo sé que todavía el sufrimiento te tiene enfermo, que no aguantas más esas noches de encierro, tu interior muriendo en silencio sin poder llorar al menos para desahogar Y sé también que el mundo se te cae encima y no tienes fuerzas ni siquiera para hablar. Esos pensamientos aflojan todo tu cuerpo, te quitan el aliento y agregan un poco más de sufrimiento No ves salida, solo una frase suicida TE lo dijeron varias veces esas voces realmente negativas...gracias a Dios no le pasaste cabida, seguiste creyendo en que todo se arreglaría con fé y con la mirada puesta en Aquél que todo lo vé Y así llegó el día, era el turno de provar algo distinto que no pertenece a este mundo. Quién iba a pensar, llegó a la iglesia sin poder hablar, sin mostrar algún sentimiento de alegría solo pensaba en qué sería si esa no era la salida. Pero eso no ocurrió, ahí encontró la solución. Encontró a Dios y Él sanó su corazón. Lo bendijo, le dió alegría y siguió teniendo el control de su vida. Los vicios, el tormento que te tiene enfermo. La soledad, la que nunca te va dejar. No importa el tormento, Dios siempre estará atento a tu oración y clamor en todo momento Y ya en esta parte final, les digo que me gustó mucho poder formar parte de éste grupo fenomenal. Nunca hice esto pero creo que empezaré a estar dispuesto a conocerme un poco más y ver hasta dónde puedo llegar. Dios te bendiga mi amigo, espero verte por aquí de vuelta y quiero verte muy felíz