El humo en el aire, ya no hay vuelta atrás, la calle te atrapa, te enseña a volar. Panas en la esquina, botellas en mano, dicen que es vida, pero eso es en vano. La droga en la bolsa, la mente anestesiada, pasa la noche y ya no queda nada. El vicio te llama, te hace su esclavo, te roba los sueños, te deja en el clavo. Ando en la calle, pero nadie me avisa, que el vicio me mata, me tira la brisa. Pensé que volaba, pero solo caí, y en cada caída más lejos de mí. La pipa me habla, me dice que siga, mi cuerpo en la lona, mi mente se fatiga. Billetes que salen y no vuelven más, mientras el dealer te jode en el compás. El juego es así, aquí nadie perdona, coronas de humo y cadenas que aprisionan. La ruleta gira, la suerte no existe, el vicio es un pacto, te mata y no insiste. Ando en la calle, pero nadie me avisa, que el vicio me mata, me tira la brisa. Pensé que volaba, pero solo caí, y en cada caída más lejos de mí. La calle es fría, no tiene piedad, el vicio te arrastra, te quita la verdad. Aquí no hay salida, solo una mentira, pensando en el humo que se va y respira. Ando en la calle, pero nadie me avisa, que el vicio me mata, me tira la brisa. Pensé que volaba, pero solo caí, y en cada caída más lejos de mí.