Flor Escarlata
EphraimSiempre estuviste allí como el sol durante el día, cubriendo la tierra con su brillo y yo como un niño jugando a las escondidas seguía. Con un trapo en los ojos y sin noción de lo que al lado mio dormía, soñaba y despertaba en el mismo colchón, creyendo que de verdad algo en mi cambiaría. Y no fue si no hasta que el trapo calló, y la verdad de mi ego y pecado el karma desveló. Caí de rodillas y con llanto me quité, cada una de las piedrecillas incrustadas y como símbolo de derrota las guardé. Ahora solo queda mirarte al alba y aterdecer, como al mar el cielo inalcanzable ha de ser, separados por una distancia etérea que, únicamente cuando rompe en llanto el cielo, el mar puede conocer. Ahora que eres alba y atardecer queda contemplarte con brevedad como vienes y te vas, sin poderte tocar, una vez más. El recuerdo mi tortura, la nostalgia mi locura. A este tonto solitario mas no le queda que con una ala rota intentar al cielo volar pretendiendo al sol y la luna tocar. Con una cuerda de agonía a los dos astros atar y en una cuna de melancolía cobijar. Pretendí con un dedo el sol tapar, quemándome este y no solo el pulgar, si no toda mi alma y esperanza de, algún día volver a amar. Flor escarlata como el alba y atardecer, sigue brillando tanto como siempre has podido ser. Que no se apague tu encanto ni tu hermoso canto y debés saber, que pueden tus pétalos volver a renacer. Que no se apague tu encanto ni tu hermoso canto y debés saber, que pueden tus pétalos volver a renacer. Y yo por tanto en mi corazón tus espinas clavadas dejaré para recordar el gran amor que una vez tuve y dejé perder. Así es. Deje perder Dejé perecer.
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Siempre estuviste allí como el sol durante el día, cubriendo la tierra con su brillo y yo como un niño jugando a las escondidas seguía. Con un trapo en los ojos y sin noción de lo que al lado mio dormía, soñaba y despertaba en el mismo colchón, creyendo que de verdad algo en mi cambiaría. Y no fue si no hasta que el trapo calló, y la verdad de mi ego y pecado el karma desveló. Caí de rodillas y con llanto me quité, cada una de las piedrecillas incrustadas y como símbolo de derrota las guardé. Ahora solo queda mirarte al alba y aterdecer, como al mar el cielo inalcanzable ha de ser, separados por una distancia etérea que, únicamente cuando rompe en llanto el cielo, el mar puede conocer. Ahora que eres alba y atardecer queda contemplarte con brevedad como vienes y te vas, sin poderte tocar, una vez más. El recuerdo mi tortura, la nostalgia mi locura. A este tonto solitario mas no le queda que con una ala rota intentar al cielo volar pretendiendo al sol y la luna tocar. Con una cuerda de agonía a los dos astros atar y en una cuna de melancolía cobijar. Pretendí con un dedo el sol tapar, quemándome este y no solo el pulgar, si no toda mi alma y esperanza de, algún día volver a amar. Flor escarlata como el alba y atardecer, sigue brillando tanto como siempre has podido ser. Que no se apague tu encanto ni tu hermoso canto y debés saber, que pueden tus pétalos volver a renacer. Que no se apague tu encanto ni tu hermoso canto y debés saber, que pueden tus pétalos volver a renacer. Y yo por tanto en mi corazón tus espinas clavadas dejaré para recordar el gran amor que una vez tuve y dejé perder. Así es. Deje perder Dejé perecer.
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