En las calles vacías de esta ciudad sin alma, caminando entre sombras, mi corazón se enfría. El eco de tus palabras resonando en mi mente, el recuerdo de tus besos, ahora solo ausente. El desamor es un viaje sin retorno, un camino de espinas que lastima el corazón. Las lágrimas se mezclan con la lluvia que cae, en este mundo sin color, donde todo se desvanece. Recuerdo aquellos días de amor y pasión, cuando éramos dos almas en perfecta comunión. Pero el destino jugó su cruel partida, y ahora estoy solo, en esta oscura despedida. Las noches se vuelven largas, el insomnio mi compañía, recordando cada momento, cada dulce melodía. Pero tú ya no estás, te llevaste mi alegría, dejándome solo en esta triste melodía. El reloj avanza, pero mi corazón se detiene, atrapado en un bucle de recuerdos que me envenenan. Quisiera borrar cada huella de tu presencia, pero el desamor se aferra con feroz persistencia. ¿Dónde quedaron los sueños que juntos construimos? ¿Dónde se escondió la magia que tanto nos unió? Ahora solo quedan las sombras de un amor perdido, y en este laberinto de desamor, me siento perdido. Pero sé que debo seguir adelante, encontrar la luz, sanar las heridas que dejaste en mi cruz. Porque el desamor no define mi destino, aunque duela en el alma, aún tengo camino. Así que levanto la cabeza, enfrento mi dolor, canto esta canción de desamor con todo mi fervor. Porque aunque el amor se haya ido, quedo yo, y en mi propia fuerza, encuentro mi mejor yo.