Estoy har- ta, hastia- da, de las personas que todo lo quieren a medias, de esos egoís- tas que solo piensan en ellos, solo existe en su boca: "Es qué yo y yo y yo" Cómo si los demás no tuviéramos sentimientos, cómo si solo existiría sus pesares y su pu- tö mundo y el de los demás no valiera. Estoy har- ta, has- tiada de esta clase de hombres, que tienen pocos hue- vös, de esos que parecen luces de navidad, hoy están, mañana no, o solo cuándo a ellos se les dé da la pu- tä gana estar. Son intermitentes, enserio padecen de dese- quilibrio mental y aunque yo sea la loca soy de una pieza y no ando cómo veleta en la vida de los demás. Estoy har- ta, has- tiada de la mediocridad, de esos que te dicen amar y ya no están Te suben un pedestal y luego desaparecen o te bloquean cómo pu- tös lobos de esta sociedad. Les falta palabra y hom- bría para tener a su lado a una mujer de verdad. Estoy har- ta, has- tiada de las palabras, de esos que se llena la boca con "te quieros" qué solo sirven de papel higiénico (Para que se limpien su propio cu- lö) Te dicen que no te van a dejar, qué siempre estarán y en los momentos de enfermedad, de dificultad, de necesitar ayuda, un abrazo, un aliento ¡No están! Pu- tös de doble moral. Estoy har- ta, has- tiada de dar y no recibir lo que doy. Por eso mismo levanto mi cara elevo un suspiro y muestro mi dedo Maléfico Para que él quiera estar, ya sabe en qué condiciones se quedará. Y él qué se vaya es mejor que en su pu- tä vida me vuelva a voltear a mirar. Paola Maldonado Maléfica en las letras