Una plegaria -  el hijue’ maya  Am – G – F – G  (Coro)    Estamos hoy aquí hablando entre amigos Te pido hoy señor que abras mi corazón Te pido o Jesús con los brazos abiertos Que guíes mis  palabras en esta canción. Tu luz sacie mi sed como agua en el desierto Y por lo que hoy no tienen un trozo de pan. Te pido por los míos señor protégelos siempre Amor y  bendiciones los colme su corazón Para que nunca les falte tu luz  en su vida  Para que en tu gracia reciban  el don. Por todos  aquellos  que en una cama agonizan  Dale el descanso eterno y la salvación. Te pido señor por los emigrantes  Que pronto todos  puedan regresar a su hogar Te pido señor por los increyentes, Porque Ellos nunca han visto la verdad sobre  ti, Te pido o señor poder  estar a tu altura,  Para tus brazos llegar. Te pido por los niños señor Muéstrales el milagro,  Del camino eterno y la salvación Que ellos no saben cómo es el maligno, Y como su inocencia se la quieren robar   (coro) Por quienes  sufre a diario  en los hospitales Y  a los héroes que   luchan por poderlos salvar. Guíalos   espíritu santo  Porque ellos  no parar de luchar  Que mi país  deje de ser izquierda y derecha, Que seamos colombianos por mismo luchar Protege   el cautivo Jesús nazareno   Rompe las cadenas y ayúdalos  aguantar. Porque hay  otros llenando  sus arcas.  Mientras que por  hambre se muere la humanidad Se que lo que hoy te pido de rodillas mi amigo   estas plegarias tu escucharas.  Que limpies el corazón de los humanos   que Por  política la guajira olvidada esta. Tu que en un  que diste la vida como el cordero  Para poder entregarme el reino de Dios  lo que prometiste se hará realidad y  Tu mismo el banquete prepararas De todo corazón te pido tu que ere mi norte  Aleja la tentación y no me dejes pecar  De rodillas señor hoy te pido por esto  y por todo lo que pudo faltar Gracias mi Dios por estas letras, que en una charla entre amigos te las pude contar. El que habita al abrigo del altísimo, Morara bajo la sombra del omnipotente, Diré yo a jehová esperanza mía y castillo mío, Él te liberara del lazo del cazador, De la peste destructora, Con sus plumas te cobijara, Y bajo sus alas estarás seguro. Escudo y daga de su verdad, No temerás al terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que arde en oscuridad.