En el césped de la pasión, donde el fútbol es puro corazón, brilla una estrella con fuerza y tesón, Sarita, la jugadora de la ilusión. Un triste día, la vida se detuvo, un accidente, el sueño interrumpió, pero en su alma, la llama no cesó, renació, más fuerte y con fervor. Entre vendajes luchaba con fuerza inmensa, sus piernas, tensas, anhelaban regresar, sin dudas ni ofensas. Paso a paso, con coraje y valentía venció cada noche y cada día, sus músculos, de nuevo en armonía, con fe en su alma, en la cancha renacía. Hoy cual fénix surca el campo con garra y mente frente, su pasión, su destreza omnipotente, inspira a todos, triunfando nuevamente. La belleza de sus regates y goles, enloquece a las gradas y corazones, Sarita, la futbolista de mil colores, nunca se rindió, y en la cima florece. Con cada toque, se dibuja su historia, un testimonio de fuerza y victoria, Sarita, el símbolo de perseverancia, inspira al mundo con su gran fragancia. En cada gol, en cada pase certero, Sarita muestra al mundo su sendero, un ejemplo de coraje verdadero, un alma indomable, un amor sincero. Así, Sarita, te alzamos en alabanza, tu espíritu nos llena de esperanza, sigue brillando, futbolista de bonanza, tu historia eternamente en nuestra danza